El Complejo Tecnológico
Minero Agroempresarial del municipio de Puerto Berrío y el IMPEC, Como parte de la estrategia de rehabilitación
carcelaria, lideran una acción que priorice el empleo y la capacitación para la
reinserción social de las personas privadas de su libertad.
Esta iniciativa
incluye la rehabilitación carcelaria
mediante la formación para el trabajo. En este sentido valora que un porcentaje
importante de las aproximadamente 232 personas privadas de libertad en este
centro de reclusión son menores de 29 años. Según nos cuenta su instructor: José
Antonio Rincón Betancourt: “La idea es proveer a estos infractores de
herramientas que faciliten su inserción, en un mercado con muchas exigencias,
cuando salgan en libertad, porque no hay rehabilitación de verdad,
cuantitativamente importante, si no hay trabajo o si el recluso no tiene
expectativas de empleo al purgar su condena”.
Un número
apreciable y creciente de reclusos contempla, mientras está en prisión, la idea
de cambiar radicalmente de vida al volver a la calle y aprovechar el
internamiento para usar los recursos que la prisión le ofrece de mejora o de
capacitarse. El principal son los libros. Aparte de la educación-información
proporcionada por la lectura, siguen los estudios formales en la escuela de la
prisión, como en este caso la oportunidad que les da el SENA para estudiar.
Teniendo en
cuenta que la participación en las
distintas actividades de tratamiento penitenciario es de carácter voluntario,
la actitud y predisposición del interno a participar en ellas es uno de los
factores determinantes de la eficacia del tratamiento penitenciario de cara a
su reinserción, el Complejo certificó 23 de ellos el pasado viernes en las
especialidades de Proceso y Mecanizado de Piezas de Madera y Mantenimiento y
Afilado de Herramientas de Carpintería.
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